Al
referirnos a la metodología de “aprender haciendo” se hace necesario mencionar
a John Dewey (1859-1952), filósofo y educador norteamericano, su visión fue la
de crear un programa de enseñanza práctico, donde se presentaran situaciones de
la vida común, relacionado con las preocupaciones de la experiencia personal
del estudiante. Dewey exponía que lo ofrecido
por el sistema educativo de la época no proporcionaba una preparación apropiada
para la vida plena. De esta forma, elaboró y desarrolló un método experimental
pedagógico, cimentado en la educación que toma en cuenta la destreza
individual, la iniciativa y el emprendimiento; y no tanto la adquisición de
conocimientos científicos y memorísticos. Por sus profundas reflexiones en el área,
sus escritos influyeron en los profundos cambios experimentados en la pedagogía
de Estados Unidos en los inicios del siglo XX.
Para enfrentar los nuevos retos del siglo XXI, hay que concebir la
educación como lo hace Dewey, como una constante reconstrucción de la experiencia
del estudiante, poniendo en práctica todos los sentidos, uniendo la mente y el
cuerpo, la teoría y la práctica, el pensamiento y la acción. En la actualidad,
la incorporación de nuevas tecnologías en la educación debe pensarse como una
realidad compleja y completa, no como quién coloca cauchos nuevos a un auto
viejo, porque quizás no sea
posible alcanzar y desarrollar completamente el potencial de todos los
elementos en su conjunto. En cambio, se debe imaginar como un medio de
transporte totalmente nuevo, distinto, más eficiente, que se desplace de otra
forma, que viaje de otra forma, que requiera de pilotos entrenados de otra
forma y de nuevas autopistas para recorrer; así posiblemente estaríamos
abriendo las puertas a nuevos horizontes educativos.
Referencias:
Sandra.
Schmidt. Disponible en:
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